Foto: Internet

Beltrones, ahora sí a la izquierda

En su cuenta de Facebook el priista Manlio Fabio Beltrones, que es el político más completo de México, ha dicho lo siguiente:

“Si algo le puede hacer daño al PRI es desdoblarse hacia la derecha, como le sucedió al PRD, que con sus alianzas electorales con sus opuestos se diluyó y fortaleció otra opción, Morena. El PRI está obligado históricamente a desdoblarse hacia la izquierda, como un partido progresista, no un grupo conservador. De ahí la importancia de la postulación de un candidato. Si el candidato que resuelva el PRI es de carácter conservador, no laico y gira a la derecha, el PRI perderá su esencia”.

Después de tal comentario, el señor Beltrones ha invitado a leer una entrevista que le hicieron en El País, de España. Se trata de un excelente trabajo periodístico, en primer lugar por el talento del reportero Javier Lafuente, pero también porque Manlio Fabio es un hombre extraordinariamente inteligente que sabe dar la respuesta adecuada a cualquier pregunta por difícil que sea.

Contra Meade

Está claro, otra vez, que Manlio detesta a José Antonio Meade, secretario de Hacienda. Es su derecho, se le respeta. Es decir, Manlio se lanzó en El País sobre todo contra  Meade que claramente es un político conservador y definitivamente “no laico”, ya que es muy fuerte su fe católica. El titular de Hacienda debe ser el más religioso de los colaboradores del presidente Enrique Peña Nieto.

Meade y Manlio, conservadores los dos

Pero, ¿es más conservador Meade que Beltrones? Seguramente Manlio Fabio es ateo, o es lo menos que puedo esperar de él, carajo. Digo, para andar de criticón de los políticos “no laicos” al menos debe militar en la causa de los que no creemos en nada. Si es ateo de verdad, qué bueno que lo sea. Felicito a Manlio. En lo personal, me cae bien la gente que no necesita para nada a Dios.

¿Es ateo o al menos “no laico” Manlio Fabio Beltrones? Ojalá. Porque si resulta que va a misa o le da por orar cuando está a solas, me va a decepcionar bastante. Ya lo vi por ahí en una foto saludando al papa Francisco, lo que me ha parecido de muy mal gusto en el caso del más laico de los políticos laicos habidos y por haber.

Pero eso no importa. Porque ser “laico” o “no laico” no hace conservador a nadie. Digo, sin duda Meade es un hombre que va a misa, pero no se le conocen expresiones públicas en favor del catolicismo. Por lo menos es prudente. Mucho más mocho que Meade es el principal líder de la izquierda mexicana, Andrés Manuel López Obrador, que cada Semana Santa y cada Navidad habla como cura experto en liturgia. Ay, Andrés, si supieras que eso no te beneficia.

¿En qué se parecen Andrés Manuel y Meade? En que los dos son bien mochos. Qué horror. Pero en las mismas andan prácticamente todas las personas que aspiran a la Presidencia de México por el PAN, como Margarita Zavala, Ricardo Anaya y Rafael Moreno Valle.

La religiosidad, que tantos políticos practican, no es lo importante. Lo relevante es lo que piensan en temas de política económica.

¿Por qué Meade es conservador o neoliberal?

Entre otras razones, porque apoyó la reforma energética… Pero, conste, la apoyó mucho menos que Beltrones. Y es que sin el gran trabajo de Manlio Fabio en la Cámara de Diputados no habría salido ese proyecto “privatizador” y antiizquierdista de Videgaray, Nuño, Peña y el propio Meade.

En fin, Manlio Beltrones dice que el PRI debe “desdoblarse hacia la izquierda”, no “hacia la derecha”.

¿Qué significa “desdoblar”? La definición del basquet

Según el Diccionario de la lengua española:

1. Extender algo que estaba doblado.

2. Separar algo formando dos o más elementos semejantes.

3. En el futbol y el baloncesto, moverse hacia una parte del terreno de juego correspondiente a otro jugador.

Aficionado al basquetbol, seguramente Manlio entiende por “desdoblar” la acción de “moverse hacia una parte del terreno de juego correspondiente a otro jugador”.

Es decir, Beltrones lo que pide es que el PRI se mueva hacia la parte izquierda de la cancha, que tiene monopolizada López Obrador.

Eso es algo que, naturalmente, un economista neoliberal como Meade no podrá hacer.

Meade, en efecto, puede llevar al PRI hacia la parte derecha de la cancha, que es la que dominan los panistas, muy divididos, subrayo esto último…

¿Qué priista puede desdoblar al PRI hacia el extremo izquierdo de la cancha?

En el gabinete presidencial, el único que puede hacerlo es el doctor José Narro, secretario de Salud. Los años qué pasó en la UNAM como rector lo acercaron a no pocos liderazgos intelectuales y hasta políticos de la izquierda mexicana.

No hay en el equipo del presidente Enrique Peña Nieto nadie, además de Narro, con una biografía que lo haga creíble en la izquierda.

¿Y, fuera del gabinete, hay priistas importantes aceptables para los votantes de izquierda?

No veo a ninguno, pero no me extrañaría que Beltrones se viera a sí mismo como cercanísimo a la izquierda porque en las cámaras legislativas puso a trabajar para él, y como sus subordinados, a izquierdistas tan (des) prestigiados como el chucho Carlos Navarrete.

¿Qué priista puede desdoblar al PRI hacia el extremo derecho de la cancha?

En el gabinete presidencial, sobran:

1.- Luis Videgaray, cuyo pensamiento económico es el mismo que el de los economistas del PAN.

2.- José Antonio Meade, que sin ser panista fue dos veces secretario de estado en un gobierno federal panista, el de Felipe Calderón —ojalá Meade no lo repita de más en voz alta, para evitar dañarse a sí mismo—, donde logró el aprecio de figuras importantes del PAN.

3.- Aurelio Nuño, cuyo perfil se ve bastante aceptable para los simpatizantes del panismo.

¿Dónde tiene más posibilidades de sumar simpatías el PRI, en el extremo izquierdo o en el extremo derecho de la cancha?

Por historia, el PRI tendría que moverse hacia la izquierda. De hecho, en la izquierda los más importantes liderazgos fueron priistas: Andrés Manuel López Obrador, Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Dante Delgado, Alfonso Durazo, Manuel Bartlett y muchos más.

Pero, por razones prácticas, al priismo podría resultarle más rentable moverse a la derecha. Y es que el voto de la izquierda está tan cohesionado en torno a AMLO que no hay ninguna razón para esperar que vaya a irse al PRI solo porque este partido postule un candidato más o menos parecido a López Obrador.

Es en la derecha donde puede haber posibilidades reales de conseguir votantes para el PRI, para empezar porque no hay ningún líder con la fuerza de Andrés Manuel y, en segudo término, porque pase lo que pase en el PAN, esto es, cualquiera que sea el seleccionado como su candidato, el panismo se va a dividir.

Una parte de los panistas que queden inconformes con el candidato o la candidata que se postule se irá a la izquierda, pero si el PRI nomina a alguien como ellos —conservador y no laico y que además haya trabajado en los gobiernos del PAN—, podrían irse mayoritariamente hacia el derechizado PRI.

Por cierto, acuérdate de la iglesia, Manlio y de todo lo que odiaste al PRI de verdadera izquierda

La ventaja de los políticos es que no necesitan ser coherentes, dijo Borges. Hoy Manlio Fabio Beltrones pide un PRI de izquierda, pero puso el grito en el cielo, escandalizado, cuando en 2015 el presidente Peña Nieto hizo lo mejor que se ha hecho en su gobierno: girar abiertamente a la izquierda con una inciativa a favor del matrimonio y la adopción gay.

Para Manlio Beltrones, en ese momento presidente nacional del PRI, el giro que EPN dio hacia la izquierda significó la peor estrategia. Como los curas se enojaron, Manlio dijo —supongo que lo sigue diciendo— que la derrota priista de 2015 se debió a que Peña Nieto desdobló al partido hacia la izquierda, la verdadera, la que apoya la causa de los homosexuales, esto es, la que no se anda con medias tintas en lo que a derechos humanos se refiere.

Cuando Manlio manejó un PRI que se fue a la izquierda, perdió elecciones. ¿Por qué hoy pide lo que antes tanto aborreció? Porque, está claro, insiste en vetar a José Antonio Meade.

¿Y por qué Manlio ya ha vetado dos veces a Meade? 

He preguntado y me han dado varias posibles explicaciones de la obsesión del señor Beltrones que lo lleva a rechazar al secretario de Hacienda. La más interesante de tales explicaciones dice que Manlio no está enojado con Meade, sino con Luis Videgaray. Y como, se supone, Videgaray apoya a Meade, entonces Beltrones lo combate. ¿Misterio resuelto?