Neurocomunicación en ruedas de prensa
Foto. Cortesía

Por: Christián Gutiérrez

¿Se han dado cuenta que se pusieron de moda las ruedas de prensa en donde aparece el actor principal al centro y otras personas a los costados?.

Algunas preguntas que me surgen son: ¿por qué hacen esto?, ¿qué desean conseguir al hacerlo?.

La realidad de las cosas, es que intentar comunicar un mensaje de esta manera, es un grave error. Lo único que hace el actor principal, es sabotearse. ¿Por qué?.

Veamos un poco de neurociencia, psicología cognitiva y la importancia de la atención.

La comunicación como ciencia, está sustentada en principios básicos que, sumándolos a principios psicológicos, de economía conductual y de neurociencia, la convierten en una ciencia aún más poderosa. El problema, es que esta mezcla de ciencias no se hace.

¿Qué sucede cuando en una rueda de prensa aparece un actor importante dando su discurso oral y lo flanquean otros personajes?. Lo único que provoca, es dividir la atención de la audiencia.

El cerebro humano no tiene la capacidad de comprender dos o más asuntos al mismo tiempo, por lo menos no de forma consciente. Uno podrá creer que sí; podrá asegurar que puede leer con atención y escuchar música prestando atención a las canciones, pero la realidad es que no es posible. El cerebro lo que hace, es otorgar fragmentos de segundos haciendo cortes (imperceptibles a la consciencia humana) para otorgar atención consciente a la lectura y a la música. Se intercala la consciencia, para decirlo de manera más fácil.  

Supongamos que está un actor importante en su rueda de prensa, y basa su estrategia de comunicación en el discurso oral. En este caso, el actor debe dirigir la atención de su audiencia, al discurso oral. Desde luego, no sobra decir que además necesita una estrategia de diseño de mensaje (pero ese es otro tema).

Poner otras personas a flanquear, es provocar la dispersión de la atención y se pierde la oportunidad de que la audiencia ponga mayor cantidad de atención en un único mensaje y, por lo tanto, se pierde la oportunidad de generar un efecto halo aún más poderoso que beneficie al posicionamiento del mensaje deseado (el efecto halo también se estudia en neurociencia, pero no se expondrá aquí).

Entonces, ya lo saben. Si desean ser más persuasivos con sus mensajes, utilicen neurocomunicación y dejen de lado las modas que no tienen sustento en la ciencia del cerebro humano. Dejen de lado las ocurrencias, como dicen en mi barrio.

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* El autor es consultor, estudia la maestría en Comunicación, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.
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