Oposición de papel
Foto.Contramuro

Por: Benjamín Mendoza

Camino al trabajo, escuché en la radio del transporte público un spot publicitario del PRI, el mismo se componía de retazos de discursos y opiniones de Alito Moreno, su dirigente nacional, la intención del mismo era, al menos, aparentemente, presumir los logros de su partido y la coalición “Va por México el último año”. Al término intenté no reír, y aunque también intenté olvidar tan desafortunado momento, no pude, por lo cual, sin merecerlo, hoy me dispongo a dedicarle las siguientes líneas, cortas como su estatura política, como su capacidad operativa, cortas como su proyecto de nación, cortas como sus victorias. Por raro que suene, la oposición también es obradorista.

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            No es un secreto para nadie que desde el 2018 hasta la fecha, los partidos opositores al proyecto de nación encabezado por el presidente actual, se han encargado de emprender una campaña de desprestigio y odio contra todo lo que parezca cercano al obradorismo, su estrategia ha sido múltiple, desde marchas y plantones desangelados que fracasaron muy rápido hasta investigaciones periodísticas mentirosas y noticias falsas, videos donde famosos se ofertan como ambientalistas mientras aparentan que saben de ecosistemas y leen un telepronter y hasta procesos judiciales mañosos que buscan retrasar la ejecución de políticas públicas y el avance estructural de proyectos, han intentado de todo en este terreno, tampoco es un secreto que, salvo algunos momentos aislados, sus acciones no han tenido mucho éxito.

            Los partidos opositores también entendieron después del 2018, que la única vía para seguir vivos era el unificarse bajo un mismo membrete, Claudio X. González fungió como padrino y tal hecho se consumó. A partir de ese momento, la coalición “Va por México” se ha ostentado como un frente unido contra el proyecto de la 4T y se ha encargado de sumar actores nuevos, así transitaron en las elecciones del año pasado y así se proyectan, con el MC muy cercano a sus filas, participar en las elecciones del presente año. Después del debate en torno a la reforma eléctrica, el país vivió su momento legislativo más álgido en este sexenio con una de las máximas del obradorismo enmarcadas en la memoria colectiva para la posteridad, “existen dos bandos”, “existen dos partidos”, los fifís y los chairos, los liberales y los conservadores, los traidores a la patria y los patriotas.

            Para 2021, el membrete de derecha creado por el “Magneto” de la oposición, jugó sus primeras elecciones, en la boleta, para la sorpresa de propios y extraños, PAN, PRI y PRD aparecieron juntos y con candidatos comunes, esto les alcanzó apenas para robarle una centena de escaños en la cámara de diputados federal a la coalición del presidente perdiendo todas las gubernaturas disputadas, para el presente año, el escenario no se visualiza diferente, pues según las encuestas y con las campañas iniciadas, de las ocho gubernaturas a disputarse, lo más seguro es que el brazo político de la COPARMEX y Kimberly Clark rescate, en un final cardiaco y con veladoras encendidas, una sola.

            Tras la contención de la reforma eléctrica propuesta por el presidente, la cual necesitaba la mayoría calificada para ser aprobada y el resultado no vinculante de la revocación de mandato, donde dicho membrete llamó a no votar y el INE instaló sólo un tercio de las casillas, Marco Cortés y Alito Moreno, el protagonista del spot referido al inicio de esta columna, se anuncian como los grandes ganadores del escenario político actual,  construyendo un discurso triunfalista y presumiendo su capacidad política para hacerle frente a la aplanadora encabezada por el MORENA que de a poco los asfixia en las preferencias populares. Aquí es donde deberíamos preguntarnos, ¿Por qué? ¿Qué les hace creer que ellos son los ganadores? ¿Qué les hace creer que son la opción preferida para la gente?

            Ante la falta de un proyecto de nación que pueda darle salida a la situación actual del país y que haga click con la calle, a la oposición no le queda más que las estrategias calumniosas que desde años han impulsado y que, conforme pasan los días, pierden su efectividad, situación que los obliga a revitalizar su discurso que ahora, por ridículo que parezca, se ciñe a la fraseología obradorista, anunciando sus derrotas como triunfos bajo el esquema semántico construido por Obrador y cuyo arraigo en el imaginario popular trasciende fronteras nacionales. Adjetivos como “traidores a la patria” y sentencias como “están moralmente derrotados”, son frases que el mismo Alito Moreno utiliza en el citado spot de radio, curioso es que estos adjetivos y sentencias sean palabras que han salido de boca del presidente y que a eso deban sus popularidad.

            Su táctica y su estrategia, como ya nos ha quedado claro, no es la construcción de políticas públicas sentidas desde el suelo más polvoriento del rincón más alejado de México, sino más bien, la destrucción producto de una crítica férrea e intransigente de los errores cometidos por la 4T y, en el mejor de los casos, la copia descarada a forma de receta de cocina en un programa de revista de todas las acciones que encumbraron, con un contexto muy particular, a Andrés Manuel López Obrador en la presidencia de la república, por eso es que Anaya ahora conoce el transporte colectivo y el metro, que palabras como “transformación” son incluidas en las consignas de campaña de algunos priistas, que el PRD y MC se asumen como partidos de “izquierda” y que Alito sale, furibundo y vulgar como siempre ha sido, a la radio nacional a gritar que apoyar a las empresas transnacionales es hacer patria y que el MORENA y sus aliados, al no conseguir la mayoría calificada en el congreso, están moralmente derrotados, cuando este año, seguramente, el PRI pasará a ser un satélite del PAN y perderá, entre otras cosas, las cuatro gubernaturas que aún le quedan, rescatando en coalición con el PAN y el PRD, tal vez, y sólo tal vez, Aguascalientes.

            El mapa político de México se reconfigurará nuevamente este año, el PRI y el PRD están por desaparecer y orbitar alrededor del PAN, quien apenas sobrevive, el MC, manteniendo dos estados fuertes económicamente, se vislumbra como el posibles salvador de “Va por México”, lo real es que, la coalición encabezada por el MORENA, con todos sus errores, seguirá siendo la gran vencedora y culminará, en 2024, un sexenio de triunfos aplastantes que borraran, poco a poco, las infames palabras de los opositores que no cansados de robar tanto, hoy pretenden robarse hasta las consignas obradoristas.15 millones de votos con un tercio de las casillas no es una victoria, salvo para López Obrador, si Samuel García da la cara por un feminicidio, la oposición lo tacha de valiente, si el presidente sale a dar la cara todos los días en una conferencia, la oposición lo tacha de propagandista, de ese nivel son las prioridades y las reflexiones, de una oposición de papel.