Foto: Gerardo A. Herrera Pérez

Por: Gerardo A. Herrera Pérez

Paracho siempre será la tierra de hombres y mujeres que con emoción y pasión construyen comunidad; construyen artesanías y construyen los instrumentos de cuerdas que serán tocados por apasionados de la música y que hoy a la vuelta de los años constituyen los símbolos de películas que son el deleite de chicos y grandes. Paracho es tierra de purépechas.

Paracho también encierra en su centro histórico un tianguis artesanal y culinario, que ofrece a propios y visitantes una diversidad de productos y servicios todos los domingos; ahí las mujeres de diferentes comunidades, ofrecen distintos productos, entre ellos un abanico de rebozos, con diseños alternativos, colores, y con pies de distintos tejidos y diseños, la gran mayoría  de ellos obras de arte en el ensamblado de plumas naturales. También se venden sombreros, blancos para el hogar, servilletas bordadas, trajes tradicionales, telas bordadas, y desde luego listones para tejer las trenzas de las hermosas mujeres purépechas.

El Paracho que yo conozco, es el Paracho que ofrece hospitalidad, es el Paracho que brinda la gastronomía que vuelve locos a todos y todas con su Pan, las Carnitas, las Corundas, el Churipo,  la Atapakua, el Menudo,  y el Atole de Grano. Su mercado, ubicado en el centro histórico, nos permite disfrutar de la variedad gastronómica, pero también nos permite los días domingo ir y venir entre el tianguis artesanal y gastronómico y su mercado. Así se festejan todos los comensales en este ejercicio del disfrute del pan y la sal.

Caminar al encuentro y visita de los talleres de Laudería, es toda una experiencia; conocer narrativas de los artesanos sobre quienes han visitado dichos talleres es un orgullo para ellos, también para quienes escuchamos. El Abc de la guitarra va desde hacer mención y conocer de las maderas y sus impactos al sonido, cómo sus procesos centenarios de producción artesanal;  es entrar en el túnel del tiempo, y es perderse en las reflexiones de los Lauderos quienes con orgullo expresan que han preparado las mejores guitarras, con las que se disfruta la mejor música de cámara en Europa.

Paracho me  ha permitido en procesos de capacitación y fortalecimiento profesional acceder a sus servicios de salud y trabajar con los médicos y enfermeras de Imss Prospera sobre cuestiones de discriminación y violaciones a los derechos humanos de mujeres indígenas; me ha permitido también tocar los temas relacionados con las enfermedades de transmisión sexual y el VIH/Sida, así como los derechos sexuales y reproductivos de los estudiantes de bachillerato; he participado en amplias jornadas para la defensa de los derechos humanos y libertades de los pueblos y comunidades indígenas y también trabaje con adultos mayores y su defensa contra la violencia y construcción de cultura del respeto al envejecimiento.

El Paracho que conozco ha tenido desde siempre los mejores hombres y  las mejores mujeres, los mejores poetas, los mejores cantantes de pirekuas, las mejores cocineras tradicionales, los mejores lauderos;  pero hoy ese Paracho, su comunidad, su gente, tomo decisiones  para que fueran los jóvenes quienes administraran las arcas municipales. Y hoy, lo expreso convencido, son los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, no el futuro, no, no lo son, son el presente, y serán los jóvenes quienes gobiernen los próximos años este gran municipio.

La población de Paracho decidió que los  jóvenes deben de tener una oportunidad que busque recuperar los usos y costumbres, la lengua originaria, el concepto de comunidad, que privilegie los valores: la honorabilidad, la honestidad y el respeto a la dignidad humana; por ello, aquí en Paracho la población decidió  privilegiar las capacidades de los jóvenes y hacer de lado la falta de experiencia y la edad. Los jóvenes tienen un gran reto, el reto de hacer progresar a su comunidad.

Hoy  tenemos en Paracho y en general en Michoacán a la generación de jóvenes más preparada de la historia de México, y que en mucho han contribuido las instituciones de educación superior de la zona.  Los jóvenes que integrarán el cabildo tienen la posibilidad de desarrollar sus conocimientos y habilidades y dar un respiro al diseño de políticas públicas cercanas a las expectativas y necesidades de una población indígena que clama respeto y justicia.

Paracho, lo reitero, dejo de asumir que los jóvenes son inexpertos, improductivos y poco comprometidos, pero tal vez lo más generoso de la población es que voto por los  jóvenes para que dirigieran el destino de Paracho derivado de sus verdaderas capacidades, talentos, su experiencia o sus posibilidades reales de dar un nuevo enfoque social con visión étnica a su pueblo, el pueblo que ellos aman.

El reto de este nuevo Ayuntamiento de Paracho es velar porque la  mayor parte de la juventud, como sucede con el resto del país, no se  vea marginada de incontables derechos y espacios en los cuales podría participar, pero no lo puede hacer porque sencillamente es quien es; hoy los jóvenes tendrán que hacer que los jóvenes tengan una mayor participación ciudadana.

Este es el Paracho que yo conozco, el que amo, y el que me ha recibido siempre con respeto y cariño.