Pide Papa Francisco por niños
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Ciudad de El Vaticano.- Hoy mientras el mundo se ve azotado por vientos de guerra y un modelo de desarrollo ya caduco sigue provocando degradación humana y ambiental, la Navidad nos invita a reconocer en los rostros de los niños, especialmente para aquellos que como Jesús, no tienen sitio en la posada, su paz.

Así lo expresó el Papa Francisco, durante el mensaje de Navidad que ofreció desde el balcón de las bendiciones en la Plaza de San Pedro y en donde destacó que los niños, deben ser el centro de las oraciones de todo el mundo, sobre todo aquellos pequeños que sufren de violencia, de injusticia y de inseguridad.

“Vemos a Jesús en los niños del Oriente Medio que siguen sufriendo por el aumento de las tensiones entre israelíes y palestinos. En este día de fiesta invoquemos al Señor pidiendo la paz para Jerusalén y para toda la Tierra Santa. Que en todas las partes involucradas prevalezca la voluntad de alcanzar el diálogo y una solución negociada permita la coexistencia pacífica de dos estados, dentro una frontera reconocida”, rezó el Sumo Pontífice.

Ahí, el Papa Francisco continuó su oración al resaltar la labor de todos aquellos que hacen lo posible para que estas dos naciones que llamó “tierras martirizadas”, alcancen la armonía, la seguridad y la justicia que anhelan desde hace tiempo.

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“Vemos a Jesús en los rostros de los niños sirios marcados aún por la guerra en ese país hace tantos años. En los niños de Iraq, en los de Yemen que por los conflictos tienen graves consecuencias humanitarias y la propagación de enfermedades. Veamos a Jesús en los niños del África, de Sudán del Sur, Burundi, Congo, Nigeria, de toda esta nación”, añadió.

El líder de la grey Católica también recordó a los niños que viven en lugares donde la paz y la seguridad se ven amenazadas; por los pequeños de Venezuela y de Ucrania, para que los conflictos que ahí prevalecen se disuelvan rápido. Francisco no dejó de lado a los niños que tienen pocas posibilidades de desarrollo, a aquellos a quienes les fue arrebatada su infancia y a los que son obligados a abandonar sus países “siendo fácil presa y que arriesgan sus vidas para emprender viajes agotadores que a veces terminan en tragedia”.

“Esforcémonos para que el mundo sea mejor para los niños hoy y mañana“, remató para después brindar la bendición “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo), que para los católicos es una de las más importantes del año, pues consigue la indulgencia plenaria con una celebración eucarística y la oración por el Santo Padre. En esta bendición, el Papa Francisco pidió por todos los refugiados y secuestrados, para que pronto regresen salvos a sus hogares.

Ireri Piña es licenciada en Periodismo, reportera de Educación, Turismo, multifuente. Contadora de historias y causas sociales; michoacana, moreliana