Alcaldes y diputados locales de Morena, “cooptados por gobernadores”: Monreal
Foto: Cortesía

Dos de octubre no se olvida. Hoy se conmemoran 51 años de la matanza de estudiantes en Tlatelolco con tres manifestaciones en la CDMX.

Los policías sólo van a estar de mirones. La labor de contención la van a realizar trabajadores del gobierno de la Ciudad, vestidos de blanco, que van a acompañar todos los recorridos. “Cinturón de paz”,  lo llama Claudia Sheinbaum.

No le hace que esté prevista la reaparición de los llamados “anarcos” que agreden, queman, destruyen, apedrean, rayan, avientan cohetones,  usan gasolinas, vandalizan.

La jefa de Gobierno sabe del riesgo que  representan no sólo para otros ciudadanos, sino también para la propiedad privada y los edificios públicos. Ya levantó vallas dizque para proteger, pero no hará uso de la fuerza para hacer valer el Estado de derecho.  No va a haber represión, “pero no vamos a ser permisivos”,  promete.

Una apuesta arriesgada, equivocada, improvisada, que  refleja debilidad, miedo, descontrol.

Los  trabajadores de la CDMX  no están preparados para realizar tareas propias de la fuerza pública. Corren el riesgo de ser atacados  por los violentos “anarcos” que muy probablemente repetirán su numerito.

Saben que no habrá consecuencias hagan lo que hagan. Puede haber golpeados, heridos, monumentos  dañados, cristales rotos. 

¿El Gobierno de la CDMX se hará responsable? Es pregunta.

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En México ya sabemos lo que significa el desabasto de medicinas para el cáncer infantil por causas imputables a una austeridad mal entendida y mal llamada “republicana”.

No se pueden hacer ahorros sobre la salud de nadie, y menos de los niños.

La historia ya la conoce. Padres de niños con cáncer se vieron obligados a bloquear los accesos 3 y 4 de la terminal uno del Aeropuerto para exigir medicamentos para sus hijos. 

Estos antecedentes nos llevan a poner una palomita al presidente municipal de León, Héctor López Santillana, por haber convertido a esa ciudad guanajuatense en la primera en México en adoptar la iniciativa “City Cancer Challenge” (C/CH).

La iniciativa trabaja con varias ciudades alrededor del mundo para responder a la creciente magnitud de la temida enfermedad. Ofrece herramientas para impulsar soluciones innovadoras, significativas y sostenibles. 

“Nos alienta el compromiso mostrado por las autoridades de León para mejorar la vida de las personas que padecen cáncer”, nos dijo Isabel Mestre, directora de Asuntos Públicos de C/CH.

León se une así a ciudades como Cali, Colombia; Asunción, Paraguay; Porto Alegre, Brasil, que ya pusieron en marcha la citada iniciativa.

Apunte final. En México, sólo el 2.5 por ciento del gasto en total en salud (5.9 por ciento del PIB) está etiquetado al cáncer. Muy poco para una enfermedad que es la tercera causa de muerte en el país.

En el Senado ya no saben cómo neutralizar la ocurrencia de utilizar la figura de “desaparición de Poderes” como arma de venganza política. 

Los integrantes de la Comisión de Gobernación votaron por unanimidad  que se amplíe indefinidamente el plazo de cinco días que la Ley les da  para dictaminar el asunto.

“Se requiere de mayor tiempo  a efecto de que se emita una resolución debidamente fundada y motivada”, alegan.

Senadores de Morena y del PAN solicitaron se aplique esa figura en Guanajuato, Tamaulipas y Veracruz, sin que se configure ninguna de las cinco causales para la desaparición de Poderes:

Estas son: quebrantamiento de los principios del régimen federal; abandono del ejercicio de sus funciones sin causa de fuerza mayor; imposibilidad física para el ejercicio de las funciones; prórroga  injustificada de la permanencia en los cargos y formas de gobierno contrarias  a la Constitución.

El mismísimo Presidente ya fijó postura en contra del uso político de esta figura. Con este tipo de medidas “no se llega a nada y solo se producen enfrentamientos”, dijo.