Política perversa y político perverso
Foto. Cortesía

Sin duda, en varias ocasiones se ha realizado el planteamiento que la política en su esencia misma, tendría que ser, la forma de buscar generar las condiciones de acuerdos para poder llegar a favorecer el bien común y el político el sujeto que en la vía de los hechos trabaje para generar dichas condiciones.

Es decir, por un lado la política como la práctica y el político como el practicante, practicante que en su sentido ético, tendría que asumirse como un servidor público que pretende realizar eso justamente; servir a los demás, no servirse de los demás.

Sin embargo la enorme mayoría de los ejemplos que se presentan día a día parece que dejan de lado lo anteriormente planteado y ello se observa y se escucha al salir a las calles a platicar con la gente, con los de a pie, con los trabajadores e incluso con los adolescentes que están en formación.

La enorme mayoría expone que la política  es corrupta, vil, ruin, perversa en su esencia y que los políticos son los personajes sin escrúpulos, sin moral, sin ética, perversos.

Y es que de cierto modo la gente del día a día tiene razón; sobre todo si asumimos que lo perverso de manera muy general se puede plantear; como lo que se obtiene de placer al momento de brincar una Ley o una prohibición, es decir, el placer que se obtiene de manera consciente al accionar para brincar una prohibición, una Ley. Por lo tanto el perverso se puede plantear como el sujeto que en la vía de los hechos, con sus prácticas conscientes, brinca las prohibiciones para obtener un placer.

De tal manera que plantear la política como perversa y al político como perverso en cierta medida está reconocido en un marco teórico y pragmático, pero no así aceptado en un campo moral y ético.

Ejemplos de lo anteriormente escrito son bastos, sin embargo solo como nota al pie de página se planteara una arista; la de Francisco Javier Cabeza de Vaca, actual gobernador de Tamaulipas.

Tan solo por mencionar algunos hechos cabe resaltar que cuando él fue Alcalde de Ciudad Reynosa, en el año de 2005, durante una celebración del día del niño al repartirse juguetes en la vía pública se observó que los juguetes estaban firmados por Osiel Cárdenas Guillen, jefe del entonces Cartel del Golfo, por lo tanto para tratar de comprobar la tesis planteada aquí cabe preguntar… ¿el entonces alcalde de Ciudad Reynosa no tuvo conocimiento del este hecho, o solo lo dejo pasar obteniendo algo que le pudo haber generado placer?.

Así mismo según investigaciones en 2012, cuando el personaje mencionado era senador de la republica asistió a una reunión en la ciudad de Baja California Sur con Joaquín Guzmán Loera, el ”chapo Guzmán” y el Ex Secretario de Seguridad Pública del sexenio Calderonista, Genaro García Luna, hoy ambos presos por distintos delitos.

Posteriormente, se le vincula en la averiguación FED/SEIDF/CGI-CDMX/2020 como uno de los políticos que recibió sobornos para aceptar y aprobar la reforma energética del periodo Peñista.

Y para finalizar las ejemplificaciones, se puede mencionar que actualmente tiene una averiguación en su contra por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Fiscalía General de la Republica (FGR) en donde estaría implicado en la triangulación de 42 millones de pesos con una empresa que no existe, pues no cuenta con empleados, ni capital, ni antecedentes de declaraciones fiscales en nuestro País.

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Por lo tanto a manera de pregunta, este personaje Cabeza de Vaca, con los hecho planteados en este escrito (que solo son algunos) ¿podría considerarse como un político perverso y practicante de una política perversa? Es decir este político ¿sirve a los demás o se sirve de los demás?