Por: Enrique Rivera Hernández
Quizá, mencionar en este momento el concepto de “las redes sociales” puede ser de uso muy común, casi algo dado por hecho, es decir, algo que ya está ahí, incluso desde antes que muchos sujetos ya hubieran nacido.
Sin embargo, pensado las redes sociales desde la sociología, se podrían entender como, todas las interacciones sociales que realizan los sujetos entre ellos, desde los saludos, las charlas, las formas de comunicarse, los comportamientos, las formas de trabajar, las diversas maneras de educación, e incluso las formas de hacer política.
Actualmente, cuando se habla de redes sociales lo primero que se viene a la mente, es todo lo que opera desde el mundo virtual, desde la internet, en donde el intercambio de información y comunicación se lleva a cabo de sitios como Facebook, twitter, tiktok, whastapp o Instragram, por mencionar solo algunos.
Sitios por medio de los cuales se puede mostrar posiciones ideológicas, políticas o de clase, que pueden permitir organizar los pueblos, inclusive para realizar manifestaciones públicas de protesta.
Dichas redes sociales, pueden también servir como herramienta para buscar legitimar acciones sociales, políticas e incluso monetarias a partir de repetir “versiones” por medio de imágenes, video, texto y demás, impactado en el imaginario colectivo de los sujetos, utilizando el lenguaje en sus distintas manifestaciones, con el objetivo de afectar el pensamiento de los mismos.
En términos generales, utilizando la tesis de la construcción sociocultural de Lev Vigotsky, en su obra pensamiento y lenguaje, en donde se expone que por medio del lenguaje se puede llegar a modificar o regular los pensamientos de los sujetos de manera sistemática y con ello los comportamientos sociales.
Las redes sociales expresadas aquí, han cobrado gran importancia actualmente, dado el potencial que tienen como difusoras de ideas y como una herramienta política.
Ejemplos de lo expuesto aquí, quizá sobran, sin embargo se expondrán únicamente dos.
El primero, es lo ocurrido en la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, (AIFA), en donde en un primer momento se desacredito dicha inauguración y construcción por medio de imágenes y dichos como “la central avionera” o “es una bodega”, así como la venta de alimentos típicos de la gastronomía mexicana, caso específico las doraditas, en donde varias personas expusieron por medio de las redes sociales, “esta no es la nación que merecemos”, “ni en la TAPO te encuentras a una señora vendiendo tlayudas en los pasillos como en la nueva #CentralAvionera de Santa Lucía”.
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El segundo ejemplo, puede ser el video difundido con el link #SelvameDelTren, en donde varios personajes famosos que incluso no viven en el país, se manifestaron en contra de la construcción del Tren Maya en la región sur de la república mexicana, en donde expusieron, “el tren maya está destruyendo la selva, nuestro patrimonio natural”, o “necesitamos proteger nuestro patrimonio nacional”.
Ambos ejemplos, permiten vislumbrar por lado el uso de las actuales redes sociales como una estrategia política, con un uso direccionado, e incluso como una herramienta en donde por medio del lenguaje en diversas formas se busca impactar en el imaginario colectivo, dejando quizá de lado la perspectiva crítica que permite a los sujetos realizar análisis de todos los contextos y con ello acciones sociales en favor del bien común.
Es pues, que quizá ahora las “redes sociales”, son una herramienta política que dibujan panoramas con objetivos específicos cargados de ideología, que muy probablemente algunos sujetos no alcancen a percibir y desdibujan la construcción del pensamiento crítico.