Hoy, 21 de marzo, entre otras cosas, se inaugura el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, primer mega obra del gobierno actual que si bien, no está totalmente terminada, puede arrancar operaciones con un 80% del desarrollo terminado. 12 años se necesitaron para hacerle justicia al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, 6 para cerrarle la llave del dinero al barril sin fondo de Texcoco, 3 para inaugurarlo.
El nuevo aeropuerto emerge como una respuesta al proyecto peñanietista plagado de corrupción, el cual nos costaría al final 300 mil millones, sin contar el mantenimiento anual que consistiría, en inyectar concreto a los cimientos, pues este, de forma gradual, se hundiría debido a la superficie fangosa en la cual no se terminó de construir. El AIFA tuvo un costo final de 115 mil millones, aproximadamente, tomando en cuenta que su costo inicial era de 75 mil millones, casi terminado en 3 años, es una respuesta contundente a la oposición y al periodo neoliberal… El Estado sigue vigente.
Los números son fríos, sin embargo, con todo y que estos están a su favor, el Felipe Ángeles no escapó a la calumnia, a la que ya concebimos como forma operativa de la oposición para desprestigiar logros y/o políticas insignia del actual gobierno. Nos dijeron que el tráfico aéreo sería inmenso y habría accidentes, según expertos en aeronáutica, que había una montaña que no habían visto y en ella se estrellarían los vuelos, que era similar a una bodega, que los baños eran de pulquería, que el transporte terrestre es caro, que se jodieron los fósiles, que es muy tardado el traslado, que con la construcción de este, se militariza el país, que es chafa y de mal gusto, porque tenemos un gobierno chafa y de mal gusto, por no decirle “naco” para no evidenciar su clasismo, que no servirá, qué, en pocas palabras, nos mintieron y el gobierno comunista nos engañó. Hoy todavía, en plena demostración, hay quienes lo siguen repitiendo.
Es cierto, a ratos, pareciera que la derecha mexicana sostiene un tipo de fijación patológica con el presidente y su proyecto, lo real es qué, a parte de esta fijación, qué es evidente que tienen, el combate sistemático con mentiras es parte de una estrategia acabada y bien pensada, hoy más que nunca, la oposición tiene claro que no sólo se inaugurará un aeropuerto, que en el terreno de lo simbólico, hoy la 4T inaugura un estandarte, una bandera que bien puede ondear, desde la Texcoco – Lechería hasta Campo Marte, un monumento en contra del derroche y la corrupción, una promesa de campaña cumplida, una muestra de eficiencia, una victoria del capitalismo de Estado sobre el neoliberalismo, una victoria del Estado sobre la iniciativa privada. La calumnia no es gratuita, ellos saben que hoy han perdido.
El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles representa, a todas luces, a la 4T en su máxima esencia, desde el nombre provocador y sentido en la retórica popular revolucionaria cada vez más lejana, hasta la inversión realizada, la cual no sólo es austera, sino que se mantuvo alejada de inversionistas privados, bajo la lógica de que estos sólo se interesan por la ganancia, la construcción fue financiada en su totalidad con recurso público y no será concesionada, como hacían en sexenios anteriores con carreteras y minas, a ninguna empresa, por más que está de se asuma como “experta” en temas aeroportuarios; lo colectivo sobre lo individual, lo público sobre lo privado, hoy no se inaugura sólo un aeropuerto, hoy, el proyecto de la 4T, se anota 10 puntos porcentuales sobre sus oponentes rumbo al 2024.
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Después del AIFA, vendrán el Tren Maya, Dos Bocas, la transoceánica y el tren México – Toluca, nos encontramos justo a la mitad del sexenio y estas obras irán, una a una, entregándose, fortaleciendo el discurso de AMLO qué, ante la pandemia, parecía que comenzaba a desdibujarse, pero que ahora, parece tomar nuevamente fuerza, y es que el punto es claro, donde unos veían negocio, el Estado debe ver inversión, donde unos veían ganancias, el Estado debe ver funcionalidad y necesidad. No hay plazo que no se cumpla, hoy no sólo se inauguró un aeropuerto.