No quiero decir que antes se hiciera deporte de manera maravillosa, y menos aún si al decir antes englobamos a todas las épocas anteriores sin distinciones. Lo que quiero decir es que antes lo más importante era el juego y no simplemente el triunfo. Pasa en fútbol como en el resto de las actividades que terminan comercializadas, quedan vacías de contenido nunca como ahora se le da menos importancia al juego.
El deporte se ha inundando de dinero lo que genera intereses que quedan fuera del deporte, las grandes marca llenan de patrocinios groseros, vale más la imagen que el talento y los deportistas se convierten en estereotipos que muy a menudo no funcionan como ejemplos.
El juego bonito ha pasado a segundo plano, se prioriza en aspectos físicos sobre el estético, los atletas cada vez se convierten más en robots mecanizados carentes de fundamentos y muchas veces de talento y las reglas se han adaptado a la comodidad de las televisoras y medios de difusión, cuidando el rating sobre el verdadero espectáculo. Y los estadios como las transmisiones se convierten inaccesibles para los fanáticos.
Esa es la razón por la cual digo que actualmente al deporte se juega mal. Sobre todo en los centros de poder económico, se da mas importancia a la comercialización que al deporte, se da más importancia a los patrocinadores que al aficionado, se da más importancia a las grandes producciones que al periodista de análisis real, se da más importancia a todo lo que genere dinero que al juego en si.
Me llenó de nostalgia al recordar lo que ví en el deporte pero no puedo caer en las frases de los abuelos cuando decían en mi época se jugaba mejor, pero es importante diferenciar que en comparación con el deporte actual se jugaba con más honor con más amor y más bonito.
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En líneas generales, podemos decir que antes se jugaba mejor porque se atendían a los conceptos básicos y había mayor respeto por el cómo. Ahora se juega peor y a nadie le importa el juego, sólo se respeta el éxito, el dinero y sólo importa el que gana.
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