Foto: Francisco Garfias

No hay condiciones para que los diputados sesionen hoy en San Lázaro para aprobar el Presupuesto 2020. Los intentos de negociación con las organizaciones campesinas que tienen cercado el Palacio Legislativo, en demanda de más recursos para el campo, han fracasado.

Mario Delgado no ha tenido margen de maniobra. Al coordinador de los diputados de Morena lo dejaron sin fichas para negociar. Nada tenía para ofrecer a las organizaciones campesinas que impiden el paso de los diputados al Palacio Legislativo. La instrucción del Presidente es que no se le mueva una coma al Presupuesto. Sus programas socio-clientelares tienen prioridad absoluta.

A todos los demás sectores que exigen reasignación de recursos en presupuesto 2020, López Obrador los acusa de  querer “moches”. Así es imposible solucionar un conflicto.

La Comisión de Presupuesto está convocada hasta el próximo viernes a las ocho de la mañana en un lugar por confirmar. Esto es, ocho días después de vencido el plazo constitucional para aprobarlo.

No se sabe dónde dictaminará esa comisión. Lo más probable es que se realice en sede alterna. No hay visos de arreglo. El uso de la fuerza pública para desalojarlos está descartado. Al cierre de esta columna los grupos parlamentarios discutían opciones ante el anunciado reforzamiento del bloqueo.Los campesinos no han logrado la reasignación de recursos. Pusieron alta la vara. Nada más 24 mil millones de pesos adicionales. No se van a mover de la Cámara de Diputados, aunque les manden a la fuerza pública. Lo dejaron muy claro.

 *Los campesinos no han logrado la reasignación de recursos. Pusieron alta la vara. Nada más 24 mil millones de pesos adicionales. No se van a mover de la Cámara de Diputados, aunque les manden a la fuerza pública. Lo dejaron muy claro.

“Somos más necios que el Presidente”, dijo Álvaro López, del Frente Auténtico del Campo (FAC), al llegar al inicio de la tarde al Hotel de Viaducto, para reunirse con los diputados.

Una hora después, López daría el manotazo. Los legisladores  citaron a los representantes de las organizaciones campesinas a determinada hora y los hicieron esperar. “No soy gato de nadie”, precisó López antes de levantarse de la Mesa.

Con Antorcha Campesina sí hubo reunión, pero tampoco se avanzó un centímetro. Su vocero, Homero Aguirre, adelantó que se reforzará el acordonamiento del Palacio Legislativo. 

No sólo eso. Las organizaciones campesinas ya anunciaron que van a ejercer su derecho a participar en el desfile del 20 de noviembre, aunque les digan que es sólo para militares. Reivindican un millón de muertos en la Revolución Mexicana.

A ver cómo se pone la cosa. Los campesinos no están decepcionados de López Obrador. Están “encabronados”, ofendidos, indignados por el trato que les da la 4T. Les querían dar gato por liebre. Venderles la idea de que los compensarían con precios de garantía –subsidios disfrazados— y con la idea de que participen en un “novedoso esquema” de instrumentos del mercado.

Les prometen también que a través de los municipios se podrán financiar  las obras de infraestructura que demandan, y que se va a crear una nueva banca agrícola. Algo así como el Banrural de la 4T. 

“No todo se va a lograr en el Presupuesto. Queremos que lo entiendan”, recalcó Delgado. No se la tragaron.

*La imposición de la militante de Morena, Rosario Piedra Ibarra, al frente de la CNDH abonó a la descomposición que se vive en el país. Gobernadores y alcaldes del PAN anunciaron ayer que no  aceptarán ninguna recomendación que proceda de la citada Comisión, en tanto la hija de Rosario Ibarra no renuncie a un cargo que no le corresponde.

No olvidan que fue electa en un proceso amañado. No sólo nunca reunió la mayoría calificada, sino que no cumplía con los requisitos para suceder a Luis Raúl González Pérez, al haber militado e integrado la dirección de Morena.

Ricardo Monreal acusó recibo del boicot. El coordinador de la bancada de Morena en el Senado posteó un tuit en el que recuerda que el artículo 102 de la Constitución establece que todo servidor público está obligado a responder a las recomendaciones de la CNDH.

“La autoridad que no lo haga incurre en desacato, en términos del 108. Mandar al diablo las instituciones no es una decisión correcta”, puntualizó.

¿Lo dirá por AMLO?