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Foto. Contramuro

Redacción

Morelia, Michoacán.- Confirmado está que el actual Secretario de Turismo del Estado, Roberto Monroy García, “ya brinco” los señalamientos de pedofilia que le imputaron en mayo de 2022 y que se hicieron públicos hasta octubre de ese año.

El abuso y la violación sexual que entre 2006 y 2009 sufrió Fabio, un adolescente de 13 años de edad, quedaron atrás por un arreglo al que llegarían las partes.

Ahí queda, de momento, el capítulo de abuso sexual que involucró al colaborador bedollista, pues desde que se dio a conocer el caso, el propio Fabio aseveró que había por lo menos seis casos más que señalaban a Monroy García.

¿Y dónde está Hirepan?

El gran amigo del gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla, tomó distancia de la administración estatal, pues se sabe que al diputado Hirepan Maya Martínez le parece detestable la conformación del gabinete, al haber más perredistas y priístas que morenistas de cepa.

Lejos está el forjador de churros de mota de Michoacán, pero sobre todo de su hermano del alma, Alfredo Ramírez Bedolla, a quien había acompañado en la gira express que hizo el ahora gobernador, por la rifa del tigre que lo llevó a la candidatura de gobierno.

Ahora Maya Martínez apostará por apoyar al Secretario de Gobierno, Adán Augusto López, en su aspiración presidencial, por lo que ya anda invitando a uno que otro empresario michoacano a que “jale” con él.

Al morenista, con rango de preparatoriano, ni el mejor puesto en el gobierno Bedollista, le convencería, hay, dice, “mucha chusma” gobernando Michoacán.

Encueraditos y expuestos

En el Congreso del Estado, los diputados se sintieron encueraditos y expuestos en el balconeo que la diputada suplente Gabriela Cázares Blanco, hizo de la titular de la curul, Brenda Fraga Gutiérrez en diciembre pasado.

Y es que en la denuncia pública que hizo Gabriela, sacó a relucir lo que realmente ganan los diputados de la LXXV Legislatura local.

No se trata de los sesenta u ochenta mil pesitos que los legisladores suelen declarar al amparo de lo oficialmente registrado como su dieta, ¡no! De manera real, el sueldo para los diputados va mucho más allá.

Aunque la Ley establezca que los legisladores son pares, no es así. Los diputados rasos ganan alrededor de 450 mil pesos al mes, y los que son –o se sienten- jefes, pueden elevar sus ingresos más allá del medio millón al mes.

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Por eso en la clase política michoacana se sabe que es mucho más rentable ser diputado local que federal.

Como en la disputa con la titular de la curul, Gabriela Cázares los dejó encueraditos, los diputados están preocupados de que al arribar esta semana el asunto a la Fiscalía Anticorrupción, puedan verse aún más expuestos y se llegue a conocer hasta el tuétano de lo que se embolsan del erario público.