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Morelia, Michoacán.-El 17 de mayo de 1990, hace 28 años, la OMS ( Organización Mundial de la Salud) eliminaba de manera permanente la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. Por ello, en 2004, las organizaciones LGBTTIQ decidieron elegir esta fecha como el Día internacional contra la homofobia y la transfobia.

Aunque cientos de homosexuales han luchado por sus derechos al día de hoy, existen algunos grupos que son aún más vulnerables tal es el caso de los transexuales, quienes son definidos como “incongruencia de género”, por lo que la lucha para la transfobia es aún más fuerte.

“Una incongruencia marcada y persistente entre el género experimentado del individuo y el sexo asignado, que a menudo conduce a un deseo de ‘transición’ para vivir y ser aceptado como una persona del género experimentado a través del tratamiento hormonal, la cirugía u otras prestaciones sanitarias para alinear el cuerpo”, se explica.

Cada año se escoge una temática sobre la cual se va a focalizar la jornada, para este 2018 se ha decidido que gire en torno a la solidaridad y las alianzas. Se destacará la importancia de la lucha conjunta para lograr cambios reales tanto a nivel social como legislativo.

Aunque se ha avanzado mucho desde aquel día de 1990 en que la OMS decidió que los gays ya no estaban enfermos, en la actualidad, muchos países son señalados por sus constantes represalias en contra de la comunidad por lo que la homofobia sigue estando muy presente.

Las personas que viven en países subdesarrollados, o quienes se encuentran en riesgo de exclusión social, son sin ninguna duda los que más sienten el peso de la homofobia en sus vidas.

Panorama incierto para la comunidad LGBTTIQ en México

Lo cierto es que si hablamos de países donde aún no se señala a las personas de la comunidad LGBTTIQ, ese es México y como casa sexenio, este sector, es ignorado por los aspirantes a Presidente de la República, quienes no proponen posibles soluciones ante los hechos de homofobia.

Andrés Manuel López Obrador

El ex jefe de gobierno del Distrito Federal no es un aliado de la comunidad LGBTTIQ, pese a que el partido que fundó cuenta con una Secretaría de la Diversidad Sexual y ha buscado impulsar reformas a los códigos civiles para legalizar el matrimonio igualitario.

Desde su segundo intento por llegar a la presidencia ha repetido que temas “controversiales” como el aborto y matrimonio igualitario serán sometidos a consulta popular. Por lo que el panorama no es muy bueno para dicha comunidad, a los que ha llamado para votar a favor de él.

Ricardo Anaya

Como presidente del PAN el hoy candidato dijo que respetaba la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre la inconstitucionalidad de negar el acceso al matrimonio a cualquier pareja.

Cuando el presidente Peña Nieto presentó la iniciativa para garantizar el matrimonio igualitario a nivel nacional le recriminó tocar un tema “que divide a las familias mexicanas”. Posteriormente dijo que toda legislación sobre el tema se revisaría “a la luz de los principios de los grupos parlamentarios”.

Jaime Rodríguez “El Bronco”

El gobernador de Nuevo León ha dejado muy en claro lo que piensa sobre el tema:

“Creo en el principio de la familia. Creo en el matrimonio, no en las otras zonceras; no creo en las otras cosas. El matrimonio es hombre-mujer, punto; si alguno de ustedes cree lo contrario convenza a la sociedad, yo no”.

“No me gusta la exageración en ese tema. Tenemos que dar buenos ejemplos a nuestros hijos. Yo puedo tener un hijo gay, puede salirme alguien, hermano, hermana, primo, pero como gobernador debo poner un buen ejemplo. Yo tengo muchos amigos gays y yo les he dicho que no tienen necesidad de hacer la exageración que hacen a veces para generar una simpatía”.

José Antonio Meade

Pese a que es sabido que el cinco veces secretario federal es católico, sus declaraciones en torno al tema siempre han sido institucionales, nunca personales. Por lo tanto, el enfoque que tendrá su campaña en torno al tema no es clara.

En entrevistas que se le han realizado, el candidato no ha profundizado más allá, por lo que se piensa, tampoco existiría un apoyo real.