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Los temas legislativos regresan al Congreso de la Unión una vez pasadas las elecciones. Las fuerzas políticas tendrán que cumplir con su palabra de atender cuatro cuestiones fundamentales para el desarrollo del país: 1. El Sistema Nacional Anticorrupción; 2. El mando mixto policial; 3. La miscelánea penal; y 4. El uso médico de la marihuana. Todavía este fin de semana aún no se lograban acuerdos sustanciales.

 

Este lunes inicia un periodo extraordinario de sesiones sin dictámenes o lo que es lo mismo sin una base sobre la cual legislar. Será una semana legislativa difícil, en la que habrá encono y en la que finalmente terminarán ventilándose los temas electorales. Es comprensible si consideramos que el 5 de junio cambió todo el panorama político y la correlación de fuerzas a nivel nacional. Hay nuevas reglas para jugar, habrá incentivos para negociar asuntos no previstos y todos los partidos buscarán reducir los costos de sus decisiones para llegar fortalecidos a la sucesión presidencial. El Congreso de la Unión no estará exento de esta excepcional y sorpresiva dinámica democrática. 

 

No es poco lo que se encuentra en juego. Lo que aprueben los senadores y diputados será decisivo para combatir la corrupción, contar con corporaciones policiacas más confiables, construir un sistema de justicia penal más moderno y darle un giro a la actual política punitiva contra las drogas. Por ello, cada uno de los coordinadores parlamentarios, los presidentes de las comisiones dictaminadoras y los legisladores en lo particular, tendrán que echar mano de todos sus oficios políticos para evitar caer en la parálisis o, peor aún, aprobar leyes al vapor o “descafeinadas”, que al final de cuentas se encuentren desconectadas de las necesidades nacionales.

 

En el actual periodo extraordinario no puede haber regateos, debe ser todo o nada, las miradas tienen que estar dirigidas a fortalecer la vida institucional de México. Los legisladores tienen la obligación de entregar a los mexicanos leyes que sirvan e impacten en el bienestar de las familias. Este es un mandato que al final de cuentas los ciudadanos hicieron valer con su sufragio: menos inseguridad y más lucha contra la corrupción. Si todos los partidos políticos quieren evitar en un futuro nuevos votos de castigo –del que nadie en las pasadas elecciones fue ajeno–, deben empezar por atender el claro, fuerte y enérgico llamado de las urnas.

 

Por si usted se ha preguntado ¿cuál es la agenda que discutirán los legisladores? y ¿qué impacto tendrán para la vida institucional de Michoacán? Se lo explicaré brevemente.

 

Primero. Aprobar el paquete de siete reformas en materia anticorrupción. De llegar a buen puerto la discusión se fortalecería la Secretaría de la Función Pública, la Auditoria Superior de la Federación, al Tribunal Federal de Justicia Administrativa, los órganos de control interno y se crearía una Fiscalía Anticorrupción.

 

Esto nos permitiría entrar en una nueva cultura de la legalidad, con más transparencia, rendición de cuentas y combate a la opacidad gubernamental. El estado de Michoacán contaría con una legislación adecuada y con instituciones sólidas para castigar a los mafiosos, a los tranzas, a los corruptos y bribones, que como todos sabemos abundan por estos lares.

Segundo. Aprobar la creación de un mando mixto policial. Lo más importante de esta reforma consiste en que la federación podrá intervenir a los municipios que se encuentran infiltrados por el crimen organizado y solucionar la descomposición de las instituciones encargadas de la seguridad. Una reforma que beneficiará a todos los michoacanos porque contaremos con policías mejor preparados, con salarios bien remunerados, y con instituciones de seguridad que estarán a nuestro servicio y no de los delincuentes.

 

Tercero. Aprobar la miscelánea penal para fortalecer el nuevo sistema de justicia penal acusatorio, a efecto de meter a la cárcel a quien realmente lo merezca, pre liberar a personas que pugnen una condena menor y lograr que el sistema penitenciario efectivamente cumpla con su propósito de reinserción social. Una reforma a todas luces benéfica, ya que si bien en nuestro estado viene instrumentándose el nuevo sistema penal acusatorio, aún tiene muchas deficiencias, las cuales se pusieron de manifiesto cuando el Tribunal de Juicio Oral de Michoacán dejó libres a presuntos secuestradores por la mala aplicación de procedimientos.

 

Cuarto. Aprobar el uso de la marihuana con fines medicinales y elevar el gramaje para su consumo personal. Un tema sumamente noble que ayudará a aliviar el dolor y superar enfermedades de miles de pacientes, además de que permitirá la liberación de muchos adictos –solo adictos, no narcotraficantes– que se encuentran en la cárcel por poseer cantidades mínimas del enervante.

 

El Congreso de la Unión ha dado muestras de que está a la altura de aprobar los cambios que requiere México. La pasada y actual legislaturas el PRI, PAN, PRD, PVEM, Nueva Alianza y otros partidos políticos, han mostrado actitudes generosas, voluntad política y altura de miras para construir consensos. No me queda la menor duda de que el conjunto de reformas que se discutirán en este periodo extraordinario –que concluirá el jueves de la presente semana–, dará muy buenos resultados y al igual que en otras ocasiones, pese a las diferencias, terminará por privilegiarse la política, la conciliación y los acuerdos.

 Como postre…

 El senador Alejandro Encinas Rodríguez, destacado miembro fundador del PRD,  escribió en Twitter “Nuevamente Silvano Aureoles le hace el trabajo sucio al Gobierno Federal. No a la represión contra maestros”. Ahora nada más falta que el gobernador le recrimine de haber escondido hace algunos años en su oficina de la Cámara de Diputados a Julio Cesar Godoy Toscano, el hermano incómodo, para que tomará protesta como diputado y finalmente así evadiera a la justicia. ¡Si de acusaciones se trata los perredistas tendrían mucha madera de donde cortar!