Jaime Arturo Vazquez
Foto: Cortesía

A Michoacán no le duele nada, diría el gobernador Silvano Aureoles. Todo camina a la perfección. Desde que tomó posesión pareciera que los problemas desaparecieron como por arte de magia. Para él, lo mismo que para su gabinete, los conflictos magisteriales dejaron de ser un inconveniente, quedó fuera del mapa la inseguridad y el crimen organizado, e incluso los relacionados con el mayor quebranto financiero de la entidad. Cada vez que es cuestionado por la sociedad se remite a decir: no es cierto.

 

¿Será que Michoacán ya cambió en tan sólo 7 meses? Me lo pregunto a propósito del Análisis Histórico del comportamiento de las finanzas estatales con énfasis en pasivos de corto y de largo plazo, presentado en días pasados por el Centro Michoacano de Evaluación A.C., mejor conocido como CEMIDE. ¿Qué señalan los especialistas? Pues, ni más ni menos, que en la presente administración se registran las mayores tasas de crecimiento de duda de corto plazo de la historia del estado.

 

Esto quiere decir que ningún gobierno había endeudado al estado en tan poco tiempo, o sea nadie le gana a Silvano Aureoles. Los datos son preocupantes, la deuda creció en poco más de 10 mil millones de pesos, la cual usted y yo tendremos que pagar.

 

De acuerdo con el CEMIDE, este hecho no debe tomarse a la ligera, debido a que podría colapsar la economía y que el gobierno se quede sin liquidez para pagar nóminas de trabajadores y a proveedores. ¿Se imagina usted a los empleados del gobierno movilizándose para exigir sus salarios, hospitales sin medicamentos o servicios públicos sin funcionar? Eso no está lejos de suceder.

 

La organización de especialistas económicos remata con cuatro conclusiones: “1. La tasa de crecimiento de la deuda de corto plazo llegó a su nivel más alto para las finanzas estatales, porque suscribe compromisos sin tener capacidad de pago de los mismos; 2. Que no es prioridad para el Gobierno del Estado cubrir sus deudas de corto plazo generados entre los años 2011 al 2014”; 3. El crecimiento de la deuda limitará el crecimiento de la actividad económica del estado; y 4. Como parte de la estrategia de financiamiento de corto plazo, se encuentra el uso del dinero de los municipios”.

 

Lo anterior significa, siguiendo la misma argumentación del CEMIDE, que la administración de Silvano Aureoles hará como que la “Virgen le habla” para pagar a los bancos y proveedores; peor aún, que su gobierno para hacerse de mayores recursos haría recortes presupuestarios a los 113 municipios, con lo cual se verían afectados muchos programas sociales.

 

¿Cuál fue la respuesta oficial del Gobierno del Estado? Tratar de desmentir cada una de las afirmaciones realizadas por el CEMIDE. Cabe mencionar que el estudio fue elaborado con información que el propio Gobierno del Estado entregó al Congreso Local y que es retomada de las Cuentas Públicas, así como de la propia Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

 

Más allá de dedicarse a contradecir y con la urgencia para tratar de esconder la realidad, lo que debería hacer el gobierno estatal es sentarse con el CEMIDE, así como con otros actores, para encontrar soluciones sobre la situación financiera del estado. Algo tiene que tener claro la actual administración y es que si le va mal al gobierno nos va mal a todos.

 

El reconocimiento de los errores es quizá la mayor de las virtudes de un gobernante. Un político que es incapaz de hacerse una autocrítica, no solamente se engaña a sí mismo, sino también a la sociedad. El gobierno michoacano está obligado a rectificar y que mejor si es con ayuda de los ciudadanos y las organizaciones de la sociedad civil. El glamour, los helicópteros y el narcisismo se tienen que dejar para otra ocasión, urge que todos encontremos soluciones a la difícil situación financiera.

 

Como postre…

 

En el Congreso Federal se aprobó el Sistema Nacional Anticorrupción, ahora funcionarios públicos y empresarios presentarán la Ley 3 de 3. Se imagina el morbo que despierta conocer el contenido de las declaraciones de los diputados locales después de haber aprobado el endeudamiento en complicidad con Silvano. ¡Al grito de este Rolex si se ve, este Rolex si se ve!