Francisco Lemus | Twitter: @PacoJLemus
Muy pocas empresas michoacanas, por no decir que prácticamente ninguna, tienen la capacidad de tapizar a México con espectaculares que anuncien sus productos. Aún así Michoacán ha dado suficientes recursos para hacer lo propio con la imagen del que ha sido uno de sus peores gobernantes, quien tiene además el mal gusto de mostrar ese cínico rostro en todas partes.
Hace cerca de dos semanas, en un pequeño viaje recreativo a Cuernavaca tuve la mala fortuna de apreciar uno de esos espectaculares que ya a nadie sorprenden, en los que supuestamente se anuncia una revista que nadie conoce, pero que realmente están hechos para promocionar -violando la ley electoral- a un político de cualquier partido.
De vuelta en Michoacán veo que el cinismo de Silvano Aureoles lo ha llevado a volver a contaminar visualmente a esta entidad con su rostro que ya tuvimos que soportar por tantos años. ¿Cuál es el costo de esa espuria campaña? Campaña que no puede llevarlo a ningún lado, tan solo hay que ver sus estadísticas en Twitter para cerciorarse que hay cuentas de mascotas con más impacto.
Pero mientras Silvano vive en su cabeza con la idea de que alguien en México puede considerarle un buen político/gobernante, Michoacán sigue pagando las consecuencias de los pésimos gobiernos, siendo el suyo uno con mención honorífica.
También estamos pagando las consecuencias de la política de simulación que priva actualmente, pues así como su líder se llena la boca hablando de las tropelías de Calderón y su gabinete sin hacer nada al respecto. El gobierno de Ramírez Bedolla prefiere tener en Silvano un espantajo al cual recurrir cada vez que sea necesario, que hacer valer la justicia.
Teniendo un gobierno tan decadente como el de Silvano, sólo hay que recordar aquel episodio en el que tuvo la gallardía de aventar a un ciudadano que protestaba, claro, estando él rodeado de militares a su servicio; es increíble que el candidato morenista -él único que ofrecía una ligera posibilidad de alternancia- haya ganado con tan escaso margen.
Y el electorado tenía razones de sobra para dudar, más de un año de administración no ha marcado diferencia alguna para el grueso de los michoacanos, quienes a diferencia de Silvano Aureoles, tienen que contar los pesos del día a día para poder sobrevivir. Por si esto fuera poco también hay que ser muy diestros para esquivar las balas que se disparan por todo el estado.
Para hacer todavía más humillante la situación de la mayoría de los michoacanos, ahora tenemos que ver como el último truhan que llevó las riendas de este estado, de manera tan desastrosa como ya es costumbre, tenga suficientes recursos para tapizar la geografía mexicana con su nefasta imagen.
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Exigir justicia ya es algo que los mexicanos en general, y los michoacanos en particular, debemos asumir como un chiste de mal gusto. Pues en este país hay que ser una persona influyente para tener acceso al privilegio que debería ser derecho de todas y todos.
Seguramente en el próximo show mañanero de segunda se harán comentarios socarrones e irónicos sobre las ínfulas de estadista del predecesor de Ramírez Bedolla, pero de justica nada se dirá, mucho menos se podrá escuchar un compromiso por pequeño que sea, compromiso que se supone era la base del llamado al electorado, pero que ningún efecto real tuvo.