foto: Cortesía

“Un verso es el lenguaje de los sentimientos, del corazón y de la propia existencia”

EMC.

Septiembre no solamente es el mes de las fiestas patrias, en nuestro país, sino también es el mes del testamento. Hace catorce años que se inició en México dicho programa impulsado por el gobierno federal y en el que participan todos los estados del país. En este periodo de tiempo se hacen campañas de difusión para informar y concientizar a la ciudadanía sobre la importancia de realizar una disposición testamentaria.

Debido al éxito y la respuesta contundente de la gente, muchas entidades federativas han ampliado hasta el mes de octubre el periodo de tiempo para realizar el trámite, así es el caso de Michoacán; por lo tanto los michoacanos tenemos  diez días para para acudir al notario de nuestra preferencia  y hacer uso de las facilidades que se ofrecen en este tiempo.

Aun con las bondades del programa, no es sencillo tomar la determinación de hacer un testamento, porque prevalece la idea de que realizar un acto jurídico de esta naturaleza es ante la inminencia de la muerte. Reiteradamente escucho decir “yo aún no me voy a morir, para que quiero testamento”, por supuesto estas ideas solo provienen de la falta de cultura en nuestra sociedad; la incultura mueve estas formas de pensar muy reiteradas en los ciudadanos.

Hacer un testamento permite a quien lo efectúa garantizar que sus bienes tendrán el destino que él quiera asignarles y, que sus familiares no deberán  esperar el veredicto de un juez para asumir plenamente el patrimonio de quien en vida fue muy importante para ellos. También permite no arriesgar a que en ausencia de los herederos legítimos, asuma la titularidad de los bienes el fisco del estado.

Muchos mexicanos trabajan para proporcionar a su familia mejores condiciones de vida, por ese motivo en el trascurso de muchos años forman un patrimonio que constituye el sustento de sus seres queridos, en este supuesto, redactar un testamento permite que la familia siga disfrutando de los bienes de la manera que el testador lo disponga. Es última voluntad responsable.

El testamento es un acto formal y personalísimo, nadie más que el interesado puede decirle al Notario Público como quiere que se asignen sus bienes a su muerte. Es un acto solemne y que no admite apoderados.

El fedatario orienta, asesora al peticionario pero jamás debe influir en la forma de legar sus bienes. El Notario solo asienta lo que le dicta el interesado, ni más ni menos.

Con motivo del programa que en los próximos días concluye, se han reducido en más de un cincuenta por ciento los honorarios de los fedatarios públicos en el Estado y la tramitología es más ágil en las dependencias de gobierno, específicamente en la Dirección del Notariado.

Por disposición de la ley el testamento debe constar en escritura pública, es decir, debe quedar asentado en el protocolo del notario lo que ofrece garantía de seguridad jurídica, porque además, se debe avisar a la Dirección del Notariado para que lo integre a los índices que lleva y conserva en la más estricta confidencialidad.

Concluida la redacción del testamento y firmado por el interesados y los tres testigos que exige la ley, el Notario Público tiene la obligación de inscribirlo en el Registro Nacional de Testamentos, lo que garantiza mayor seguridad jurídica y tranquilidad para el testador, así de esta manera, tanto el gobierno del estado como el gobierno federal quedan enterados de la disposición testamentaria.

Una vez ocurrida la muerte de un ciudadano es requisito legal consultar los registros mencionados para saber si dejo testamento, solo entonces se puede abrir la sucesión ya sea testamentaria o intestamentaria.

Lo cierto es que dejar un testamento ofrece seguridad, certeza y tranquilidad a quien lo otorga, el no hacerlo en la mayoría de los casos provoca problemas familiares, peleas y divisiones.

Es importante no arriesgar el patrimonio familiar y una buena manera es otorgando testamento, por supuesto es un trámite que se puede realizar en cualquier época del año, pero por lo próximos diez días, hasta el último día de octubre las facilidades que se otorgan vale la pena aprovecharlas.

El Notario como profesional del derecho tiene obligación de asesorar al interesado y guarda la confidencialidad de cada asunto que se le consulta.

Más de 200 notarias en el estado esperan a los ciudadanos que en forma responsable se decidan a realizar el trámite. El tiempo se agota y bien vale la pena proteger a la familia.


Para más noticias dale Me Gusta a nuestra página